Gracias Leo por todos esos buenos momentos que has compartido con nosotros, por mostrarnos como se enriquece el Spirit y también por estás palabras que nos has querido hacer llegar!
Un abrazo fuerte a la distancia y hasta siempre Leo.
Era un miércoles como cualquier otro en Alicante, pero no para mí.
Para mí era el primer entrenamiento que tendría con bárbaros, el equipo de Ultimate Frisbee de la ciudad. Recuerdo que llevaba bañador pensando que sería entrenamiento en playa y al final llegué haciendo tremendo ridículo a la cancha de césped, cosas que pasan por despistado. Me sentía un extraño entre tanta gente que se veía a leguas que llevaban una amistad de tiempo atrás.
Hasta hace un día, el Ultimate para mí había sido un hermoso pasatiempo puesto que apenas aprendía las reglas y jugaba sin preocupaciones ni presiones. Como he dicho, hasta hace un día.
Stack vertical, tú vas de 1. Defensa backhand. Corta, corta. Limpia. ¡Break!
¿Pero qué diablos hago aquí?
Leo, no te puedes quedar parado, toma el disco así, lanza el disco de tal, recibe como tal. Y muchas, muchas más llamadas de atención.
Sabía ya algo de aquella fama del español acerca de la forma tan directa de comunicarse pero no recordaba la última vez que había sido yo participe de tal.
Temple, Leo. Si te lo dicen no es para sentirse mal, es para aprender. Y eso hice. -Gracias- dije yo. Y hubo una ruptura en la comunicación.
Había un enorme camino por recorrer.
Yo no era muy experto, qué digo, si ni hoy en día me creo apto de llamarme así, pero noté una cierta indiferencia ante los menos experimentados. Ver a dos o tres que lanzaban auténticas pizzas voladoras me remontó a mi primer mes de entrenamiento, frustración total por no poder hacer bien el backhand ni el forehand. Como he dicho antes, no soy un as del disco, pero preferí acercarme a brindarles consejos, tiempo y sobre todo apoyo para que esa frustración de lanzar mal el disco se convirtiera en un reto para mejorar.
Tomarse el tiempo de conocer uno por uno a los integrantes de un equipo fuera del campo me parece vital para crear una sinergia aún mayor dentro de él. Y así lo hice, si no, al menos lo intenté.
-Perdón- decimos cada vez que tiramos un marrón volador en lugar de un buen pase. Y es que, parece que no estamos conscientes del poder que tienes las palabras sobre nuestra persona. -No hay nada qué perdonar- dije yo. – Por eso estamos entrenando.- Y efectivamente, me atrevería a decir que si cada vez que decimos perdón en el Ultimate Frisbee usáramos -voy a mejorar eso- estaríamos un paso más cerca de cumplirlo y dos más lejos de frustrarnos.
Eventualmente llegó el Campeonato de España en Castelldefels y el equipo se subió a una montaña de buena vibra sólo para cerrar el fin de semana con una estrepitosa caída de la misma.
Mucho se puede decir, qué si fue bueno, qué si fue malo, que si fue una vergüenza el Spirit del equipo.
Aquí entra una de mis máximas personales que me gustaría compartir: no hay que ver lo que nos pasa como bueno ni malo, sino como experiencia.
La experiencia no es binaria. No es un sí ni un no, no sabe de bien ni mal.
Y esa experiencia formó las bases para que hoy en día, Bárbaros Alicante sea más ambicioso, sea más atrevido y salga de rutinas. Que sea deporte, que sea amigos, que sea familia.
Gracias, a todos y cada uno de ustedes Barbaritos y Vikingas por haberme hecho parte de una gran experiencia. Mi único consejo para el equipo que me acogió durante los últimos 5 meses es muy sencillo y no solo es para verlos triunfar en lo deportivo, sino también en lo personal y lo profesional:
Be excellent to each other. – Leonardo